La
Biblia es un conjunto de
libros sagrados, conocidos como las Sagradas
Escrituras, donde se fundamentan las religiones judía y cristiana. En ambas
religiones se considera que la fuente única de estos libros es la revelación
divina que Dios hace a los hombres de manera gradual y progresiva sobre sus
designios. Fue escrita por diferentes autores y en diferentes lugares y épocas,
así como en distintas lenguas: hebreo, arameo, griego. Destaca la traducción de
la Biblia al latín realizada
por San Jerónimo en el siglo IV, que se conoce como la Vulgata.
La Biblia está formada por el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
1. Antiguo Testamento:
El Antiguo Testamentopresenta
la trayectoria del pueblo hebreo en la Antigüedad. Junto con los griegos, el
pueblo de Israel es el único que cultiva su historia, además de ser el primero
en presentar una concepción monoteísta, con un dios que crea al hombre a su
imagen y semejanza y huyendo de la deformación de la realidad que se realiza en
los relatos mitológicos.
Contiene:Libros históricos: como el Pentateuco, el Génesis…;
libros poéticos como los Salmos o el Cantar de los Cantares; libros proféticos,
de los profetas; libros sapienciales, con enseñanzas y reflexiones.
2. Nuevo Testamento:
– El Nuevo Testamento, agrupa un conjunto de libros que están escritos después de la venida de Cristo.Estáformado por:
• Los cuatro Evangelios de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que presentan la figura y la historia de Jesucristo.
• Los Hechos de los Apóstoles,
que relatan la propagación del Cristianismo por el mundo griego y romano.
• Las Epístolas o cartas
dirigidas a las distintas comunidades de fieles.
• El Apocalipsis de San Juan. Presenta símbolos fantásticos, la intervención angélica y visiones simbólicas a través de las cuales se expresan contenidos doctrinales.
• El Apocalipsis de San Juan. Presenta símbolos fantásticos, la intervención angélica y visiones simbólicas a través de las cuales se expresan contenidos doctrinales.
Temas de la Biblia
Los temas bíblicos se
encuentran presentes en nuestra tradición cultural. Destacamos:
·
La lucha entre el bien y el mal
·
Los ángeles como mensajeros
entre dios y los hombres
·
El diablo, el ángel caído,
desterrado por querer ser más que dios. De este tema se desprenden también la
culpabilidad, los pecados y el juicio final.
·
La lucha entre hermanos: el
enfrentamiento entre Caín y Abel nos sirve para analizar la envidia y la
violencia.
LA LITERATURA GRIEGA
Refleja
las leyendas de los héroes del pueblo griego y las tradiciones mitológicas.
Leyendas y mitos forman el núcleo de la literatura en todos los géneros: en la
épica, género narrativo que cuenta las hazañas de los héroes; en la lírica y
poesía coral y en las intrigas de las tragedias griegas, donde se contaban
hechos serios o de gravedad y en cuyas historias los protagonistas se
enfrentaban a los dioses.
En la
narrativa épica destacamos la Ilíada
y la Odisea, ambos de Homero.
La
Ilíada narra el asedio de Troya centrándose en los personajes de este
acontecimiento: Agamenón, jefe griego, secuestra a Briseida, la esclava de
Aquiles, por lo que este deja de luchar y observa impasible cómo el ejército
griego va perdiendo en las batallas en su lucha contra los troyanos. Cuando
muere su amigo Patroclo es cuando retoma las armas, sembrando el terror entre los
troyanos, hasta que se enfrenta a Héctor.
La Odisea cuenta las aventuras de Odiseo (
Ulises) en su regreso a Ítaca tras la guerra de Troya. La historia se divide en
tres partes:
-
La
búsqueda de Telémaco, hijo de Odiseo, de su padre
-
Las
aventuras de Odiseo
-
La
venganza de Odiseo de los pretendientes que pretendían casarse con Penélope.
Hesíodo
escribió una Teogonía, intentando
sintetizar los mitos del pueblo griego.
Las
primeras manifestaciones de la lírica que se encuentran pertenecen a la
lírica culta y se acompañaba de música y danza. Destacamos las Odas, donde se
expresaban sentimientos amorosos o pasionales, alejándose del carácter
moralizador del resto de la literatura griega. Safo es la más significativa
poeta por hacer una expresión pura del amor y la belleza.
La
prosa griega es posterior a la lírica. Destacan la historia y la filosofía,
destacando en el último campo Platón, creador del diálogo filosófico. E
Esopo
es el creador de breves relatos con intención moralizadora, es decir, fábulas.
En
cuanto al teatro, destacar que las tragedias se componían para un
concurso en las fiestas por el Dios Dionisos o Baco. Cada autor debía componer
tres tragedias. Estas trataban asuntos serios y pretendían provocar una
catarsis en el público, esto es que se sintieran tan identificados que pudieran
vivir la historia en primera persona y aprender cómo debían actuar y qué
consecuencias tendrían sus actuaciones. Los personajes de las tragedias se
caracterizan por enfrentarse a los dioses por sentimientos como la soberbia, el
orgullo…cuando reciben su castigo, los griegos lo asumen con dignidad.
Destacamos
a tres autores: Sófocles, Esquilo y Eurípides.
En
las comedias griegas, posteriores a las tragedias, se tocan temas mundanos, y
su máximo representante es Aristófanes.
LA LITERATURA ROMANA
Destacamos
del género dramático a Plauto: este autor tomaba personajes tipo y enredos
familiares para provocar la risa entre el público. Uno de los personajes de
todas sus obras que creaba situaciones cómicas era el “esclavo”. Una de las
piezas más conocidas es Los Gemelos:
hermanos separados nada más nacer llevan vidas completamente opuestas, por
causas del destino coinciden sin saber de la existencia del otro, lo que
provoca situaciones hilarantes.
En la
lírica destacamos a Ovidio y su Metamorfósis,
obra en la que recoge las leyendas de los dioses adaptadas al mundo romano,
centrándose en las transformaciones de los personajes. Virgilio escribió las Bucólicas, que cuentan la vida y amores
de dos pastores en un paraje idílico y la Eneida,
donde se relata cómo Eneas funda Roma tras la guerra de Troya.
LA LITERATURA DE LA EDAD MEDIA
Además
de las hagiografías (vidas de santos) y las piezas de carácter religioso, en la
Edad Media destacan también los poemas épicos. Se trata de extensas composiciones
elaboradas durante un largo período de tiempo que cuentan la vida y hazañas de
un héroe y de su comunidad. Los poemas épicos los encontramos en todas las
culturas y nos vamos a centrar en:
El cantar de los nibelungos, de origen germano. Esta obra recoge
varios relatos mitológicos así como la historia de Sigfrido, un cazador de
dragones.
El cantar de Roldán, de origen francés, es el cantar más
antiguo conservado en lengua romance. Se centra en la batalla de Roncesvalles y
en Carlomagno (el rey Carlos que ayudó a reinos españoles en la Reconquista)
El ciclo artúrico son las historias referentes al rey
Arturo, a los caballeros de la mesa redonda y a las historias celtas de las
Islas Británicas. Se centra en Camelot, fortaleza del rey Arturo cuya
localización se desconoce hoy día. Camelot se presenta como un lugar utópico,
aunque conforme avanzan las historias vemos que se ve corrompido por distintas
acciones de los caballeros y sus enemigos. Estos caballeros con valores
cristianos se centran en la búsqueda del santo grial, una reliquia cristina.
Algunos de los caballeros son Sir Lancelot, Sir Galahad o Sir Percival. Tema
secundario pero no de menos interés es el amor cortés que los caballeros tienen
con sus damas, siendo la más popular la de Lancelot y Ginebra, quien era esposa
del rey.
Hubo
más historias de caballeros andantes, como Amadís
de Gaula, Tristán e Isolda o Tirante el Blanco…
Las
diferencias entre el héroe épico y el caballero son:
-
El
héroe suele partir acompañado, normalmente de un ejército o parte de él,
mientras que el caballero está solo, acompañado como mucho por su escudero.
-
A los
dos los mueve el honor, pero los caballeros luchan también por el amor de su
amada (que está secuestrada, o lejos, o el padre no permite la relación)
-
Los
caballeros se enfrentan a infinidad de desventuras fantásticas (luchan con
dragones, brujas…)
-
Los
poemas épicos eran creados para ser interpretados en las plazas de los pueblos,
muchas veces acompañados de música, de ahí que tuvieran frases que se repetían
a lo largo de la obra a modo de estribillo. Las historias de caballeros se
crean para ser leídas.
LECTURAS
Caín y Abel
El hombre conoció a Eva su mujer, la
cual concibió y dio a luz a Caín. Entonces ella dijo: “¡He adquirido un varón
de parte deJehovah!”
Aconteció después de un tiempo que Caín
trajo, del fruto de la tierra, una ofrenda a Jehovah.Abel también trajo una
ofrenda de los primerizos de sus ovejas, lo mejor de ellas. Y Jehovah miró con
agrado a Abel y su ofrenda,pero no miró con agrado a Caín ni su ofrenda. Por
eso Caín se enfureció mucho, y decayó su semblante.
Entonces Jehovah dijo a Caín: —¿Por qué
te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante?Si haces lo bueno, ¿no
serás enaltecido? Pero si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta y te
seducirá; pero tú debes enseñorearte de él.
Caín habló con su hermano Abel. Y
sucedió que estando juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel
y lo mató.
Entonces Jehovah preguntó a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: —No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de
mi hermano?
Le
preguntó: —¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde
la tierra.Ahora pues, maldito seas tú, lejos de la tierra que abrió su boca
para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.Cuando trabajes la tierra, ella
no te volverá a dar su fuerza. Y serás errante y fugitivo en la tierra.
Caín dijo a Jehovah: —¡Grande es mi
castigo para ser soportado!He aquí que me echas hoy de la faz de la tierra, y
me esconderé de tu presencia. Seré errante y fugitivo en la tierra, y sucederá
que cualquiera que me halle me matará.
Jehovah le respondió: —No será así.
Cualquiera que mate a Caín será castigado siete veces. Entonces Jehovah puso
una señal sobre Caín, para que no lo matase cualquiera que lo hallase.
Así partió Caín de delante de Jehovah, y
habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén.
FRAGMENTO DE EDIPO REY
MENSAJERO.- ¡Oh vosotros,
honrados siempre, en grado sumo, en esta tierra! ¡Qué sucesos vais a escuchar,
qué cosas contemplaréis y en cuánto aumentaréis vuestra aflicción, si es que
aún, con fidelidad, os preocupáis de la casa de los Labdácidas! Creo que ni el
Istro ni el Fasis podrían lavar, para su purificación, cuanto oculta este techo
y los infortunios que, enseguida, se mostrarán a la luz, queridos y no
involuntarios. Y, de las amarguras, son especialmente penosas las que se
demuestran buscadas voluntariamente.
CORIFEO.- Los hechos que
conocíamos son ya muy lamentables. Además de aquéllos, ¿qué anuncias?
MENSAJERO.- Las palabras más
rápidas de decir y de entender: ha muerto la divina Yocasta.
CORIFEO.- ¡Oh desventurada! ¿Por
qué causa?
MENSAJERO.- Ella, por sí misma.
De lo ocurrido falta lo más doloroso, al no ser posible su contemplación. Pero,
sin embargo, en tanto yo pueda recordarlo te enterarás de los padecimientos de
aquella infortunada. Cuando, dejándose llevar por la pasión atravesó el
vestíbulo, se lanzó derechamente hacia la cámara nupcial mesándose los cabellos
con ambas manos. Una vez que entró, echando por dentro los cerrojos de las
puertas, llama a Layo, muerto ya desde hace tiempo, y le recuerda su antigua
simiente, por cuyas manos él mismo iba a morir y a dejar a su madre como
funesto medio de procreación para sus hijos. Deploraba el lecho donde,
desdichada, había engendrado una doble descendencia: un esposo de un esposo y
unos hijos de hijos. Y, después de esto, ya no sé cómo murió; pues Edipo, dando
gritos, se precipitó y, por él, no nos fue posible contemplar hasta el final el
infortunio de aquélla; más bien dirigíamos la mirada hacia él mientras daba
vueltas. En efecto, iba y venía hasta nosotros pidiéndonos que le proporcionásemos
una espada y que dónde se encontraba la esposa que no era esposa, seno materno
en dos ocasiones, para él y para sus hijos. Algún dios se lo mostró, a él que
estaba fuera de sí, pues no fue ninguno de los hombres que estábamos cerca. Y
gritando de horrible modo, como si alguien le guiara, se lanzó contra las
puertas dobles y, combándolas, abate desde los puntos de apoyo los cerrojos y
se precipita en la habitación en la que contemplamos a la mujer colgada,
suspendida del cuello por retorcidos lazos. Cuando él la ve, el infeliz,
lanzando un espantoso alarido, afloja el nudo corredizo que la sostenía. Una
vez que estuvo tendida, la infortunada, en tierra, fue terrible de ver lo que
siguió: arrancó los dorados broches de su vestido con los que se adornaba y,
alzándolos, se golpeó con ellos las cuencas de los ojos, al tiempo que decía
cosas como éstas: que no le verían a él, ni los males que había padecido, ni
los horrores que había cometido, sino que estarían en la oscuridad el resto del
tiempo para no ver a los que no debía y no conocer a los que deseaba. Haciendo
tales imprecaciones una y otra vez –que no una sola-, se iba golpeando los ojos
con los broches. Las pupilas ensangrentadas teñían las mejillas y no destilaban
gotas chorreantes de sangre, sino que todo se mojaba con una negra lluvia y
granizada de sangre. Esto estalló por culpa de los dos, no de uno sólo, pero
las desgracias están mezcladas para el hombre y la mujer. Su legendaria
felicidad anterior era entonces una felicidad en el verdadero sentido; pero
ahora, en el momento presente, es llanto, infortunio, muerte, ignominia y, de
todos los pesares que tienen nombre, ninguno falta.
CORIFEO.- ¿Y ahora se encuentra
el desdichado en alguna tregua de su mal?
MENSAJERO.- Está gritando que se descorran los
cerrojos y que muestren a todos los Cadmeos al homicida, al que de su madre....
profiriendo expresiones impías, impronunciables para mí, como si se fuera a
desterrar él mismo de esta tierra y a no permanecer más en el palacio, estando
como está sujeto a la maldición que lanzó. Lo cierto es que requiere un soporte
y un guía, pues la desgracia es mayor de lo que se puede tolerar. Te lo
mostrará también a ti, pues se abren los cerrojos de las puertas. Pronto podrás
ver un espectáculo tal, como para mover a compasión, incluso, al que le odiara.
(Se abren las puertas del palacio y aparece Edipo con la cara ensangrentada,
andando a tientas.)
CORO. ¡Oh sufrimiento terrible de
contemplar para los hambres! ¡Oh el más espantoso de todos cuantos yo me he encontrado!
¿Qué locura te ha acometido, oh infeliz? ¿Qué deidad es la que ha saltado, con
salto mayor que los más largos, sobre su desgraciado destino? ¡Ay, ay,
desdichado! Pero ni contemplarte puedo, a pesar de que quisiera hacerte muchas
preguntas, enterarme de muchas cosas y observarte mucho tiempo. ¡Tal horror me
inspiras! Edipo.- ¡Ah, ah, desgraciado de mí! ¿A qué tierra seré arrastrado,
infeliz? ¿Adónde se me irá volando, en un arrebato, mi voz? ¡Ay, destino!
¡Adónde te has marchado?
CORIFEO.- A un desastre terrible
que ni puede escucharse ni contemplarse.
MITO DE PROMETEO
En aquel tiempo la Tierra todavía era muy primitiva
y los seres humanos tenían que arreglárselas para sobrevivir en el frío y cazar
animales para alimentarse. Mientras tanto en el Olimpo, Zeus junto con otros
dioses observaban fríamente como iban las cosas con las personas que habían
creado.
Prometeo era un titán, que sufría al ver como la
vida era tan dura para los hombres. Fue por eso que se las ingenió para entrar
a escondidas al Olimpo y robó el fuego, uno de los bienes más preciados de
Zeus.
Cuando volvió a la Tierra le enseñó al resto de los
humanos, como podían utilizarlo para calentarse y ahuyentar a las bestias
salvajes, así como a cocinar la carne que obtenían de los animales que cazaban.
Ciertamente esto mejoró en demasía la vida de la humanidad, pero Zeus, que no
tardó en darse cuenta del delito, no estaba nada contento con ver como la gente
aprovechaba un bien que solo debía pertenecerle a él.
Es por eso que decidió castigar a Prometeo y mandó
que lo encadenarán en la cima del Cáucaso. Ahí, todos los días acudía un águila
y le devoraba el hígado, mismo que se regenaraba siendo él inmortal, debido a
la raza a la que pertenecía, tenía que sorportar diariamente este duro castigo.
Finalmente, Hércules que era un semi-dios que
viajaba por la Tierra, pasó por el lugar de cautiverio de Prometeo y disparando
un flecha hacia el águila pudo acabar con su sufrimiento para posteriormente
liberarlo. La tortura había llegado a su fin, pero Prometeo tendría que llevar
un anillo con un pedazo de las rocas donde se encontraba encadenado, como una
señal de sus faltas anteriores.
La leyenda de Rómulo y Remo
Dice la leyenda que Ascanio, hijo del
héroe troyano Eneas (hijo de Venus y de Anquises), habría fundado la ciudad de
Alba Longa sobre la orilla derecha del río Tíber. Sobre esta ciudad latina
reinaron muchos de sus descendientes hasta llegar a Numitor y a su hermano
Amulio. Éste destronó a Numitor y, para que no pudiese tener descendencia que
le disputase el trono, condenó a su hija, Rea Silvia, a ser sacerdotisa de la
diosa Vesta para que permaneciese virgen.
A pesar
de ello, Marte, el dios de la guerra, engendró en Rea Silvia a los
mellizos Rómulo y Remo. Cuando éstos nacieron y para salvarlos fueron
arrojados al Tíber dentro de una canasta que encalló en la zona de las siete
colinas situada cerca de la desembocadura del Tíber, en el mar.
Una loba, llamada Luperca, se
acercó a beber y les recogió y amamantó en su guarida del MontePalatino hasta
que, finalmente, les encontró y rescató un pastor cuya mujer los crió. Ya
adultos, los mellizos repusieron a Numitor en el trono de Alba Longa y
fundaron, como colonia de ésta, una ciudad en la ribera derecha del Tíber, en
el lugar donde habían sido amamantados por la loba, para ser sus Reyes.
Se dice que la loba que amamantó a Rómulo y Remo fue
su madre adoptiva humana. El término loba, en latín lupa, también era
utilizado, en sentido despectivo, para las prostitutas de la época.
La leyenda también nos cuenta como Rómulo
mató a Remo. Cerca de la desembocadura del río Tíber había siete colinas:
los montes Aventino, Celio, Capitolio, Esquilino, Palatino,
Quirinal y Viminal. Rómulo y Remo discutieron sobre el lugar en el que fundar
la ciudad y decidieron consultar el vuelo de las aves, a la manera etrusca.
Rómulo vio doce buitres volando sobre el Palatino y Remo sólo divisó seis en otra de las colinas. Entonces
Rómulo, para delimitar la nueva ciudad, trazó un recuadro con un arado en lo
alto del monte Palatino y juró que mataría a quien osase traspasarlo. Remo le
desobedeció y cruzó con desprecio la línea, por lo que su hermano le mató y
quedó como el único y primer Rey de Roma. Este hecho habría ocurrido en
el año 754 a. C., según la versión de la historia oficial de la Roma
antigua.