Poeta, dramaturgo, novelista, crítico y científico alemán, nació en el seno de una familia burguesa acomodada y recibió su primera educación en casa por parte de su padre. Estudió derecho en Leipzig, pero hubo de interrumpir su carrera por una enfermedad. Finalmente, la terminó en Estrasburgo, donde conoció a Herder, quien le ayudó a descubrir su vocación literaria porque, si bien antes ya había escrito algunos poemas y piezas cortas de teatro, éstas no eran relevantes y es el filósofo quien le habla de una nueva literatura que estaba arrollando al Rococó y el Neoclasicismo : el Sturm und Drang, caracterizado por el genio, la naturaleza, la libertad y la originalidad, todo ello reforzado por la religión. Así, estudia a Shakespeare, Calderón de la Barca y la poesía de Macpherson y Klopstock. Ejerce poco tiempo la abogacía y es en esta época, tras un desengaño amoroso y el suicidio de un amigo, cuando escribe su novela epistolar Werther, además de varios poemas e himnos en verso libre.
Goethe fue invitado a la corte de Weimar para ejercer su labor como consejero del duque Carlos Augusto, y es aquí donde reside hasta el fin de sus días. En la corte, además de consejero, llegó a ostentar el cargo de administrador. Aquí se creó un círculo de intelectuales del que nuestro autor formó parte junto con Herder y Schiller entre otros. En este entorno escribe bellas poesías líricas, inspiradas por su musa, Charlotte von Stein, así como poemas y dramas de encargo para la corte, además de producir obras como Torcuato Tasso o Egmont. De este periodo es su obra más ambiciosa, Fausto, a la que sometió a continuas revisiones. No hay que olvidar la importancia en la creatividad del autor el viaje que éste realizó a Italia, donde además de dedicarse a la creación literaria, experimentó con la pintura, continuó sus estudios de botánica y la contemplación del arte clásico. Es aquí cuando reniega del Romanticismo y se identifica con el equilibrio clasicista. A la vuelta de este viaje, Goethe entró en un periodo oscuro debido al rechazo social que sintió en la corte y a su anhelo por volver a Italia, por lo que su producción literaria de esta última etapa fue más bien escasa.
En Weimar pasó sus últimos días y allí es donde murió.
Goethe fue invitado a la corte de Weimar para ejercer su labor como consejero del duque Carlos Augusto, y es aquí donde reside hasta el fin de sus días. En la corte, además de consejero, llegó a ostentar el cargo de administrador. Aquí se creó un círculo de intelectuales del que nuestro autor formó parte junto con Herder y Schiller entre otros. En este entorno escribe bellas poesías líricas, inspiradas por su musa, Charlotte von Stein, así como poemas y dramas de encargo para la corte, además de producir obras como Torcuato Tasso o Egmont. De este periodo es su obra más ambiciosa, Fausto, a la que sometió a continuas revisiones. No hay que olvidar la importancia en la creatividad del autor el viaje que éste realizó a Italia, donde además de dedicarse a la creación literaria, experimentó con la pintura, continuó sus estudios de botánica y la contemplación del arte clásico. Es aquí cuando reniega del Romanticismo y se identifica con el equilibrio clasicista. A la vuelta de este viaje, Goethe entró en un periodo oscuro debido al rechazo social que sintió en la corte y a su anhelo por volver a Italia, por lo que su producción literaria de esta última etapa fue más bien escasa.
En Weimar pasó sus últimos días y allí es donde murió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario